Avanzar en las formas, fusionarse con otros estilos, investigar los cánones e ir mas allá y sobre todo , y como siempre en esta vida, trabajar, trabajar y trabajar.
Pero no hay que olvidar que para evolucionar hay que partir de un origen. Origen que hay que conocer, estudiar e interiorizar. Y es , cuando tenemos ese origen bien interiorizado, cuando hay que empezar a investigar.
Es, por ello, que nunca debemos olvidar los orígenes.
Ya hablamos de la Escuela Sevillana del Baile, vimos un interesantísimo vídeo presentado ante la UNESCO que puede servir perfectamente como introducción didáctica al Flamenco. Todo esto nos ayuda a conocer esos orígenes a partir de los cuales tenemos que trabajar.
Tan importante es el origen que de vez en cuando hay que volver de nuevo a él, y muchos flamencos vuelven de vez en cuando a lo largo de su carrera.
Evolucionamos, pero nunca olvidamos de donde venimos.
